IÑAKI LÓPEZ - 14/01/2021
Aumentan el consumo privado y las inversiones, datos que suponen un motivo de esperanza tras haberse contraído el PIB español un 11% en 2020
Las previsiones relacionadas con la economía española muestran algún motivo de esperanza. Después de que el PIB español se haya contraído un 11% en el año 2020 por las innegables consecuencias negativas derivadas de la pandemia del Coronavirus, la esperanza llega en forma de crecimiento en el siguiente año. Las previsiones indican que el PIB en España crecerá un 5,5% durante el año 2021, pero incluso llegan a asegurar que la tendencia seguirá al alza en el 2022 y aumentará un 7% debido a la aceleración de la actividad económica a partir de la segunda mitad de este año. Estas cifras están recogidas en el último informe ‘Situación España’ de BBVA Research. La recuperación de la economía y de las actividades relacionadas está, según este estudio, siendo lenta en el inicio del 2021, ya que siguen vigentes numerosas restricciones y políticas de prevención para que se frene la propagación del Coronavirus entre los ciudadanos. Sorpresas positivas Para sorpresa de los expertos, durante el tercer trimestre del año pasado el avance de la economía española fue algo mejor de lo esperado pero, tal y como se preveía con la irrupción de la pandemia del COVID-19, la desaceleración en el cuarto trimestre de 2020 habría sido realmente intensa. Los economistas afirman que “el incremento de los contagios durante los últimos meses no logra, por el momento, contrarrestar la mejora de la confianza y la buena evolución de los mercados financieros relacionada con el inicio del proceso de vacunación”. La previsión indica que en la segunda mitad del 2021 se podría acelerar el ritmo de crecimiento debido al impacto positivo que pueda tener en la actividad el avance en el proceso de vacunación, la implementación de nuevas medidas de impulso fiscal y monetario, y la elevada capacidad de producción que hay sin utilizar. Tal y como indica el citado estudio, la revisión al alza del PIB de 2020, del -11,5% al -11,0%, se explica por el mejor comportamiento de la economía durante el tercer trimestre. Los componentes de la demanda avanzaron más de lo esperado: aumentó el consumo privado un 20,3%, casi 4 puntos porcentuales más de lo previsto y la inversión creció un 21,7%. Repuntaron notablemente las exportaciones de bienes por la demanda europea y de Reino Unido, además del momento positivo de los sectores agroalimentario y sanitario. Cabe destacar que la actividad apenas habría variado en el cuarto trimestre de 2020. Los indicadores de gasto de los hogares sugieren que el consumo privado podría, incluso, haber experimentado una leve caída durante la parte final del año. Por el contrario, el consumo público habría seguido avanzando, en línea con la función de amortiguador de la recesión que debe jugar la política fiscal. En cuanto a la inversión, el fuerte repunte del tercer trimestre podría haber dado paso a una corrección a la baja en el cuarto. Mayor consumo El gasto en bienes básicos aumentó cerca del 20% desde el inicio de la pandemia. El consumo en 2020 cayó un 6,7% frente al comportamiento registrado en 2019, tal y como confirma el indicador BBVA Consumption Tracker. Según los datos obtenidos, el gasto en servicios cayó un 28,1% mientras que el de bienes creció en 9,2%. “Los datos de fin de año siguen mostrando una recuperación paulatina desde sus mínimos de abril cuando la caída interanual fue del 40% por cuenta de los efectos del confinamiento y la pandemia”, aseguró Juana Téllez, economista jefe de BBVA.
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